lunes, 15 de junio de 2015

71,7

¡Por fin! Eso es lo que vi hace un par de días en la báscula después de un día de mucha bondad y mucho líquido. Hacía mucho que no veía el 1 y aunque ahora vaya a haber el efecto rebote de unos gramos, no me importa, seguimos adelante poquito a poco.

martes, 9 de junio de 2015

¿Por qué creo que esta vez va a ser la definitiva?

Sé que puede parecer el autoengaño que nos hemos dicho todos alguna vez. Al menos yo muchas veces antes. Pero siempre lo decía igual: "si este verano no es el definitivo dejo de intentarlo para siempre". Y ya han pasado dos o tres veranos definitivos de esos. La verdad es que ahora lo pienso, y ¿qué sentido tiene esa frase? ¿Qué es lo que pretendía dejándolo de intentar? Porque desde los 16 años que es el único momento que creo que me vi con una tripita plana -de peque siempre había sido una peque gordinflona también- sólo he hecho que engordar y engordar... Al menos cuando intento adelgazar, aunque no lo consiga, o lo consiga un tiempo pero luego vuelva el efecto rebote, lo que consigo es no seguir con el ritmo de engordar. Que ya es mucho.

Aunque esta vez creo que es diferente porque no sólo lo he dicho; ha cambiado algo dentro de mi. A ver, sigo siendo la misma de siempre, y ahora de repente no me ha empezado a repugnar el gusto de la bollería industrial o una buena pizza, sigo teniendo papilas gustativas y si hacemos caso de lo que dice la señora báscula pues la diferencia tampoco es muy grande aunque hayan pasado ya casi 3 meses desde que me lo propuse, pero yo sé que ahora es diferente. 

Uno de los títulos de mis primeras entradas fue "Concienciación" o algo así, relatando como que me estaba preparando mentalmente para empezar el proceso. Como si por el sólo hecho de pensarlo ya estuviera haciendo algo. Hombre, está claro que proponerselo es un comienzo, pero el hábito no se crea -o mejor dicho, se deja- sólo de pensarlo. Lo que quiero decir es que aún siento que estoy en esa fase de concienciación, porque poco a poco estoy aprendido muchas cosas sobre los alimentos, ejercicios y estilos de vida que antes desconocía, estoy incrementando mi apetito por las cosas sanas y entendiendo cuán perjudicial era mi estilo de vida anterior, cómo de descontrolada tenía mi dieta y cómo pensaba que podía contrarrestar todos los cafés y pastas del bar de la uni, los kebabs y las pizzas y las chuches saliendo a correr un par de veces cada dos semanas o haciéndome verdurita algunos dias. Ahora, por ejemplo, ya he dejado de tomar bebidas con gas, teniendo en cuenta que antes siempre respondía "Coca-Cola" a la pregunta de tu bebida favorita. Ya hace meses que no la tomo y el otro día que en una cena en un mejicano decidí que no pasaba nada por tomarla en una comida en la que el agua no pegaba mucho -supongo que por lo de que ya que te saltas la dieta, saltártela bien- me di cuenta que, aunque me la bebí, ya no notaba el mismo gusto, no me apetecía como antes. Ya he asimilado ese hábito. Así que supongo que irá pasando eso con todo poco a poco o, al menos, así lo siento ahora, cuando me apetece más a menudo hacer deporte y no sólo por pensar en las consecuencias a largo plazo de tener un cuerpo 10, sino por el gusto de hacerlo, porque me siento bien y con más energía practicando deporte. 

Adelgazarme fue mi objetivo principal pero ahora puedo decir que lo que me mueve es intentar cambiar mi estilo de vida, o mejor dicho, estar un poco más cerca de lo que me gustaría ser para estar orgullosa de mi, sin olvidarme de cómo soy. No quiero aspirar a ser la utopía de alguien perfecto que no pueda lograr ser, sino a dar lo mejor de mi que pueda conociendo mis limitaciones, partiendo de mis posibilidades reales. Hace mucho tiempo que tengo una carga interior de remordimiento por saber que no estoy haciendo todo lo que puedo en cualquier ámbito de mi vida. Sé que ese perfeccionismo tampoco es algo que me haga bien, así que ahí estamos, luchando a medio camino entre intentar apaciguar esa ansiedad por intentar controlarlo todo pero por lograr controlarlo un poquito más, también. Puede parecer que estoy diciendo justo lo contrario, pero si lo piensas bien, ves que no, que todo va en una misma dirección. 





72,2

No es lo que peso ahora. Pero es lo mínimo que llegué a pesar hace unos días. Luego volví a casa para hacer los exámenes y entre el estrés y luego cenita de celebración y merendola para aprovechar que estoy con mi novio y no sé qué... pues al final se me fue un poco de las manos. Pero estoy a un kilo y poco de volver a verlo en la bascula. 
Ayer y hoy estoy haciendo mucha bondad a pesar de tener la regla, pero creo que ya superé la fase de antojos de chocolate. Al menos la calor ayuda un poco a quitarme el apetito voraz que suelo tener los días de manta y peli en invierno en que lo único que quiero es picar y picar y picar cosas que no debo. 

Así que eso es lo que he decidido: no voy a publicar cada día mi peso ; ni siquiera cada semana. Porque las recaídas son una realidad en este proceso. A todos nos pasa y creo que lo mejor es no hacer un drama cada vez que ocurre - porque puede ser a menudo, y más por unos gramos- lo importante es alejarnos cada vez más del punto de inicio. Por ejemplo, desde que empecé con 75, he llegado a bajar casi 3 kilos y aunque no es a la velocidad que debería, ni libre de recaídas, al menos sólo he llegado a ver el 74 unos días de esos de paso de todo. Espero -y sé que lo haré- llegar a rondar el 70 pronto y cuando lo haga, si tengo recaídas espero que como mucho sólo lleguen al 71, 72... 

Y así, poquito a poquito. Menos es nada ¿no?